Cómo parar pensamientos obsesivos

Como todos sabemos en mayor o menor medida, es verdaderamente frustrante cuando queremos parar pensamientos obsesivos que nos invaden ante determinadas situaciones o preocupaciones.

La semana pasada vimos como algunos pensamientos obstaculizan nuestro descanso ya que dan vueltas sin parar hasta cortarnos el sueño. En esta ocasión, queremos facilitar y ampliar información que aporte algunos trucos que nos ayuden a romper ese ciclo de pensamientos obsesivos

  • Toma consciencia del pensamiento: En el momento en que te des cuenta de que estás atrapado en un bucle, nótalo sin juzgarlo. Simplemente di para ti mismo: «Ah, ahí está otra vez este pensamiento». Esta simple acción puede crear una pequeña distancia entre tú y el pensamiento. 
  • Distrae tu mente activamente: Involúcrate en una actividad que requiera tu atención. Esto podría ser leer un libro, escuchar música, hacer crucigramas, cocinar, salir a caminar, o cualquier cosa que te absorba lo suficiente como para desviar tu foco del pensamiento recurrente. 
  • Limita el tiempo de «preocupación programada»: Dedica un breve periodo de tiempo específico (por ejemplo, 15 minutos) al día para pensar en esas preocupaciones. Cuando los pensamientos surjan fuera de ese tiempo, recuérdate a ti mismo que ya tendrás tiempo para ellos más tarde. 
  • Escribe tus pensamientos: Poner tus pensamientos por escrito puede ayudarte a externalizarlos y a verlos desde una perspectiva diferente. A veces, simplemente verlos en papel reduce su poder. 
  • Desafía tus pensamientos: Pregúntate si esos pensamientos son realmente ciertos o si hay otras maneras de ver la situación. ¿Qué evidencia tienes para apoyarlos? ¿Hay alguna evidencia que los contradiga? 
  • Practica la relajación: Técnicas como la respiración profunda, la meditación mindfulness o la relajación muscular progresiva pueden ayudarte a calmar tu mente y reducir la ansiedad que a menudo alimenta los pensamientos en bucle. 
  • Visualización: Imagina un lugar tranquilo y seguro. Cuando los pensamientos intrusivos aparezcan, visualízate colocándolos en una hoja que flota río abajo o en una nube que se aleja en el cielo. 
  • Habla con alguien: Compartir tus preocupaciones con un amigo de confianza, un familiar o un terapeuta puede proporcionarte nuevas perspectivas y apoyo emocional. 
  • Muévete: La actividad física libera endorfinas, que tienen un efecto positivo en el estado de ánimo y pueden ayudar a despejar la mente. Incluso un paseo corto puede hacer la diferencia. 
  • Sé amable contigo mismo: Recuerda que tener pensamientos en bucle es una experiencia común. No te critiques por ello y sé paciente contigo mismo mientras implementas estas estrategias.Espero que alguno de estos trucos te sea útil. Si sientes que estos pensamientos son muy persistentes o interfieren significativamente con tu vida diaria, considera buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.
  • Revisa tu sistema de creencias y valores personales que puedan estar generándote un estrés añadido. ¿Estás siendo consecuente con lo que quieres en la vida? No tiene que ser el caso, pero es un punto que es recurrente en muchas consultas.

¡Mucha fuerza!

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